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UC - Críticas

País: USA.
Año: 2012.
Duración: 93 min.
Género: Acción.

Dirección: Adrian Grunberg.

Guion: Mel Gibson, Adrian Grunberg y Stacy Perskie.

Producción: Mel Gibson, Bruce Davey y Stacy Perskie.

Música: Antonio Pinto.

Fotografía: Benoît Debie.

Montaje: Steven Rosenblum.

Diseño de producción: Bernardo Trujillo.

Vestuario: Anna Terrazas.

Distribuidora: Filmax.

 

Estreno en España: 26 Octubre 2012.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 18 años.

Interpretación: Mel Gibson (Driver), Daniel Giménez Cacho (Javi), Jesús Ochoa (Caracas), Roberto Sosa (Carnal), Dean Norris (Bill), Peter Stormare (Frank), Fernando Becerril (alcaide), Bob Gunton (Sr. Kaufmann), Scott Cohen (abogado), Kevin Hernandez (chico), Sofía Sisniega, Dolores Heredia (madre del chico), Patrick Bauchau (cirujano).


EL PUEBLITO DE LOS MALDITOS

"Vacaciones en el Infierno" es un thriller de acción y humor, bastante entretenido, pero también olvidable. Y es una lástima porque la propuesta tratada con mayor pericia hubiera sobrepasado el disfrute palomitero y hubiera podido ser un referente para un género tan denostado como la acción, muy necesitado de clásicos como lo fueron "La Jungla de Cristal" o "Arma Letal". Por desgracia, la película no consigue llegar a esos extremos, aunque sí ofrece un divertimento bastante aceptable.



SINOPSIS: Driver (Mel Gibson), un tipo que ha tenido un mal día. Y la cosa no mejora para él: se ha hecho con un botín de millones de dólares que le habría proporcionado unas vacaciones de verano memorables, pero esta idea se vino literalmente abajo. Durante una persecución automovilística a toda velocidad con la policía de la frontera y un cuerpo sangrando en el asiento trasero, Driver vuelca el coche y lo estampa contra el muro fronterizo para terminar cabeza abajo en México. Capturado por las autoridades mexicanas, le envían a una cárcel de mala muerte, donde se adentrará en el peligroso mundo de El Pueblito. No lo tendrá fácil para sobrevivir un forastero como él, a menos que sea con la ayuda de alguien que sepa de qué cabo tirar en cada momento: un niño de 10 años.

 

El argumento no resulta demasiado original, especialmente en su desarrollo, pero situar la acción en un pueblo-cárcel muy distinto a lo habitual, ofrecía inmensas posibilidades para la acción. Lo mejor de la película es la construcción de ese "pueblito" inmundo gobernado por la corrupción, la pobreza y la lucha por la supervivencia, muy bien fotografiado por Benoît Debie en tonos cálidos y áridos. Pero el problema del film, es su indefinición. La mezcla de aventura épica con el humor socarrón del relato no está del todo compactada y sumerge el relato en un vaivén irregular sin apostar todo a una carta que hubiera funcionado mejor: la épica dramática o el humor pasado de vueltas, ambas conjuntadas no funcionan, pese a ofrecer momentos concretos muy logrados.



El director Adrian Grunberg, junto a su montador Steven Rosenblum, nos ofrecen un recital de vigor y dinamismo en su narración, muy por encima del texto, con algún homenaje cinéfilo como el violento tiroteo a cámara lenta extraído de las entrañas de Sam Peckinpah, pero el tono crepuscular de aquel se intercambia por la ironía del espectáculo aquí. También hay alguna secuencia delirante, como cuando Mel Gibson imita la voz y los modos de Clint Eastwood, la brillante persecución inicial donde Gibson y su compañero de fuga huyen en un coche vestidos de payasos, o ese momento en la cárcel donde los presos son "torturados" obligados a escuchar un cinta de cassette de mariachis a todo volúmen (descacharrante es el tema que suena en los créditos finales llamado "La Cumbia del Culero" con los primeros acordes de un conocido tema de Jeannette). Pero todos esos instantes son espejismos dentro de una trama que apuesta por lo seguro, lo comercial y lo rutinario, renunciando a la crítica, el riesgo o lo políticamente incorrecto, que la hubiera hecho grande.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER